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Misterios Luminosos

Textos bíblicos y meditaciones de los cinco misterios luminosos:

 

Primer Misterio: El Bautismo de Jesús en el Jordán

Texto Bíblico (Mt 3,13-17):

Entonces vino Jesús al Jordán desde Galilea, para ser bautizado por Juan. Pero éste se resistía diciendo: — Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí? Jesús le respondió: — Déjame ahora, así es como debemos cumplir nosotros toda justicia. Entonces Juan se lo permitió. Inmediatamente después de ser bautizado, Jesús salió del agua; y entonces se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz desde los cielos dijo: — Éste es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido.

Meditación:

La vida pública de Jesús comienza con su bautismo. Ha vivido 30 años oculto a los ojos del mundo, pero ahora Dios lo manifiesta a todos los que se han acercado al Bautista para manifestar que su Amado Hijo ha entrado en el mundo: ¡¡han empezado los tiempos mesiánicos!! Jesús ha crecido y se ha formado junto a María Santísima, que en Nazaret le envió al mundo para que cumpla su misión, uniéndose a ella en cuerpo y alma. 

Segundo Misterio: La celebración de las bodas de Caná y el primer milagro de Jesús 

Texto Bíblico (Jn 2,2-5.9-10):

También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Y, como faltó vino, la madre de Jesús le dijo: — No tienen vino. Jesús le respondió: — Mujer, ¿lo que a mí ¿también a ti? Todavía no ha llegado mi hora. Dijo su madre a los sirvientes: — Haced lo que él os diga. […] Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde provenía -aunque los sirvientes que sacaron el agua lo sabían- llamó al esposo y le dijo: — Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han bebido bien, el peor; tú, al contrario, has reservado el vino bueno hasta ahora.

Meditación:

El Corazón de María está continuamente pendiente de las necesidades de sus hijos, y acude siempre a su Hijo para interceder por ellos. Jesús, unido en la obra salvífica a su Madre, atiende a todas sus peticiones, porque son las mismas que ya están en su Corazón. Él quiso hacer su primer milagro por la explícita intervención de María para mostrarnos que, por Ella, la Mujer que aplasta a la serpiente, nos llega su Gracia, el vino nuevo de la salvación. Y María sigue pidiendo nuestra colaboración para que Jesús haga sus milagros, diciéndonos: haced lo que mi Hijo os diga.

Tercer Misterio: El anuncio del Reino de Dios en los milagros y la predicación de Jesús

Texto Bíblico (Mc 6,2-3):

Cuando llegó el sábado comenzó a enseñar en la sinagoga, y muchos de los que le oían decían admirados: — ¿De dónde salen estas cosas? ¿Y qué es la sabiduría que se le ha dado, y qué son estos milagros que se hacen por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María?

Meditación:

La continua predicación de Jesús y sus muchos milagros hacían evidente que el Reino de Dios había llegado a la tierra. Ese reino se manifestaba porque los cojos andaban, los ciegos veían, los sordos oían y a los pobres se les anunciaba la buena noticia. De Jesús salía un poder salvador que los curaba a todos e iluminaba sus mentes con la verdad, enseñando con autoridad. Porque, en el fondo, Jesús es el Reino de Dios, y María el camino que lleva hasta sus puertas.

Cuarto Misterio: La Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor

Texto Bíblico (Mc 9,3-7):

Sus vestidos se volvieron deslumbrantes y muy blancos; tanto, que ningún batanero en la tierra puede dejarlos así de blancos. Y se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús. Pedro, tomando la palabra, le dice a Jesús: — Maestro, qué bien estamos aquí; hagamos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. […] Entonces se formó una nube que los cubrió y se oyó una voz desde la nube: — Éste es mi Hijo, el amado: escuchadle.

Meditación:

Hoy también nosotros hemos subido a un monte, al Cerro de los Ángeles. Y también ante nuestros ojos está la imagen blanquísima de Jesús, resplandeciendo de luz en medio de la noche. Hoy la voz de María se une a la de Dios Padre para decirnos: “Él es nuestro Hijo amadísimo, escuchadle, dejadle que os hable, obedecedle, fiaos de Él, permitid que entre en vuestra vida. Abandonad vuestras seguridades, que Él lo cambie todo, lo transfigure todo y lo llene de su luz”.

Quinto Misterio: La última cena e instauración de la nueva y eterna alianza

Texto Bíblico (Lc 22.14-16.19-20 y Mt 26,26):

Cuando llegó la hora, se puso a la mesa y los apóstoles con él. Y les dijo: — Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer, porque os digo que no la volveré a comer hasta que tenga su cumplimiento en el Reino de Dios. […] Y tomando pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: — Tomad y comed. Esto es mi cuerpo, que es entregado por vosotros. Haced esto en memoria mía. Y del mismo modo el cáliz, después de haber cenado, diciendo: — Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros”

Meditación:

Jesús hizo la alianza definitiva y eterna con los hombres: es la Eucaristía. Es el acontecimiento de su muerte redentora y su resurrección gloriosa expresado en la alianza de amor de la última cena. Es su Cuerpo y su Sangre, recibidos de María y ofrecidos al Padre por nosotros. En cada misa él nos pide: Tomad y comed, mi Cuerpo y mi sangre. Ellos nos reconcilian con Dios, y nos dan la comunión perfecta con Él, con María y con todo el cielo.

Visto 1140 veces Modificado por última vez en Martes, 21 Septiembre 2021 18:08