La Hermandad Ntra. Dulcísima Madre del Amparo, de la ciudad de Sevilla, hizo el 18 de diciembre de 1927 un voto de defensa, que mantiene hasta el presente, renovándolo cada año:
“Nos obligamos con solemne Voto y Juramento a creer, confesar y defender hasta dar la vida si fuese preciso, este consolador y soberano Misterio de su Mediación Universal en la concesión de todas las gracias y al par su Realeza Soberana, sólidamente fundamentada en su Maternidad Divina y en su misericordiosa Corredención”.