San Ireneo de Lyon (ca.130-202) subraya que María restaura con su fe y obediencia lo que Eva con su incredulidad y desobediencia había deshecho y ligado. Además, llama a María “causa de nuestra salvación” (causa salutis); y dice de su seno “que regenera a los hombres con Dios” (Adversus haereses IV,33,11).