Si quieres llevar las andas de la Virgen escríbenos un correo electrónico a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. indicando tu nombre. Te responderemos confirmando qué misterio te toca rezar. El día del Rosario deberás llegar un poco antes y presentarte al Responsable de los Misterios para confirmarle tu presencia. Llevará un chaleco del FMD y una banderita. Habrá otra banderita acompañando siempre a la persona que en cada momento tenga el micrófono. Un poco antes de que empiece tu misterio acércate al micrófono y su banderita.
Cada misterio lo rezan dos personas, por lo que lo ideal es que te apuntes con un familiar, amigo o conocido. Uno de los dos leerá el texto bíblico y el otro la meditación. Después se repartirán el resto de oraciones como mejor consideren (por ejemplo, la primera persona lee el texto bíblico y reza el PN y las 5 primeras Ave Marías; la segunda lee la meditación y reza las últimas 5 Ave Marías y oraciones finales). Todo lo que debéis rezar aparece en el cuaderno que os proporcionará el Responsable de los Misterios. No obstante, os recomendamos que leais antes lo que os toque leer. Puedes acceder a todos los textos PINCHANDO AQUÍ.
Durante el rezo de los misterios es muy importante seguir estas indicaciones:
- Pronuncia todas las palabras despacio y alto, con el micrófono cerca de la boca y sin mascarilla y, sobre todo, con mucha fe y amor.
- Lee todas las oraciones tal como están en el cuaderno, aunque te las sepas de memoria, especialmente las finales, que suele haber distintas versiones. Así rezaremos todos al unísono y las mismas palabras.
- Procura que la banderita que acompaña al micrófono esté siempre a tu lado.
- ¡ATENCIÓN! Aléjate de los altavoces de la explanada, para que no se acoplen y empiecen a pitar. Lo mejor es que camines por la zona central de la explanada.
- Recuerda que el Gloria no debes rezarlo porque lo cantamos todos juntos y en latín. Lo comenzará el coro a través de la megafonía.
- Si al rezar te pones nervioso, no pasa nada, respira hondo y toma tu tiempo.
