Designó a María con el título de “corredentora” siendo obispo de Roma hasta siete veces. Por ejemplo, invitó a los enfermos a transformar su dolor en una “ofrenda amorosa en imitación de la Virgen María, la corredentora” (audiencia general: 10-XII-1980).
Próximamente publicaremos todas las citas y un estudio sobre la postura mariológica de San Juan Pablo II.