Esta sencilla aparición hace gala al nombre con que Nuestra Señora se llama a sí misma: “Virgen de los pobres”. Prácticamente olvidada, sin embargo, es de gran importancia histórica. Sucede unos pocos días después de la última que comentamos, en Beuaring, también en Bélgica. Nuestra Señora, como en tantas otras ocasiones, intenta evitar, por medio de la oración del pueblo de Dios, la obra de Satanás: en este caso el triunfo del nazismo, cuyas consecuencias conocemos.
Akita es quizás la aparición mariana que más ilumina lo que estamos viviendo actualmente. Sus mensajes tan consonantes con el Apocalipsis producen en muchos gran rechazo. Sin embargo, están cargados de esperanza y de un llamamiento que se hace cada vez más apremiante.
Virgen de los Pobres (Banneux, Bélgica, 1933)
Escrito por Carlos Ruiz Saiz
Esta Venerable Hermana Pobre de Santa Clara vivió su vida de clausura en el Convento de las Clarisas de Soria, del que fue abadesa desde 1941 hasta 1958. Sus dos grandes amores fueron la Eucaristía y la Santísima Virgen, como se manifiesta en sus dos grandes acciones en el Monasterio. En primer lugar, siendo un modelo de virtudes cristianas, su amor y entrega al Señor la llevan en 1938 a instaurar, en el Convento de Soria, la Exposición Permanente de Jesús Sacramentado. Entendió cómo vivir en la tierra la vida del cielo con la adoración y contemplación del Amor de Dios. El deseo de su corazón lo expresa: “Aquí el Amor es Amado”. En el año 1945, su amor a María Santísima la lleva a proclamarla, en el misterio de su Concepción Inmaculada, como Abadesa perpetua de la Comunidad. En este artículo seleccionamos unos estractos de las palabras de la Madre Clara a sus hijas clarisas en los capítulos, donde habla de la Virgen María, así como de algunas cartas.
Reina del Cielo, Madre de Dios (Beauring, Bélgica, 1932)
Escrito por Carlos Ruiz SaizDe la mano del sacerdote D. Carlos Ruiz Saiz nos introducimos en esta aparición de la Virgen María, desconocida para la mayoría de los cristianos, que tuvo lugar en el periodo entre la 1ª y la 2ª Guerra Mundial. Veamos qué hizo y dijo la Santísima Virgen en este pueblo del corazón de Europa.
Meditación: el sí de María (5ª y última parte)
Escrito por Adrienne Von SpeyrLo que Dios exige nunca lo exige en vano; lo aprovechará. Pero él no usa de manera que el donante quede abusado, perdido, deshecho. Él no arrebata dejando tras de sí a quien dona como consumido. Él llena con vida divina, con misión divina, a quien se ha vaciado de sí. Lo único que exige es el permanente ponerse a disposición en el interior del continuo ser dispuesto. Él quiere la disponibilidad voluntaria. Obediencia, castidad y pobreza no son el suicidio del espíritu humano, sino su vida en una gracia nueva. Y en el interior de esa vida, el sí se transforma para María en la pauta permanente de su obrar. Ella no puede ni quiere moverse fuera de esa línea; el espíritu del sí determina perfectamente su cercanía y su lejanía frente a Dios.
La aparición en Knock es de las más misteriosas que han sucedido. No se pronuncia ni una sola palabra, todo es visión. Su referencia al capítulo 14 del Apocalipsis es evidente. La gran cantidad de peregrinos irlandeses y curaciones físicas y espirituales le han valido el título de "la Lourdes de Irlanda". Su mensaje silencioso es en palabras de santos como santa Teresa de Calcuta o san Juan Pablo II más actual que nunca. Recientemente, el papa Francisco se trasladó allí a pedir perdón por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y el silencio de algunos obispos irlandeses.
La Mediación de María en Santa Gertrudis de Helfta
Escrito por M. ÁlvarezEl presente artículo ofrece algunas notas muy interesantes sobre la Mediación de la Virgen María en los escritos de Santa Gertrudis Magna (1256-1302). Nos dice su autor: "Gracias a la recomendación de un profesor, he tenido el privilegio de ser introducido a la enseñanza de una monja poco conocida en nuestros días. Sin embargo, en otro tiempo fue modelo para todas las hijas de Santa Teresa y primera patrona de las indias occidentales: Santa Gertrudis de Helfta. Doy gracias a Dios por haberme presentado a esta mujer de talla colosal y primer testigo de la devoción al Corazón de Jesús por las revelaciones que recibió del mismo Jesús".
Don Marcelo González, Cardenal Primado, y María Corredentora
Escrito por Gonzalo Pérez-BoccheriniDon Gonzalo Pérez-Boccherini Stampa está a punto de defender su tesis doctoral, que versa sobre una de las figuras más decisivas de la Iglesia española en la segunda mitad del siglo XX, el Cardenal Primado Don Marcelo González Martín (1918-2004), que fuera Arzobispo de Toledo desde 1971 hasta 1995. Como buen conocedor de sus escritos, D. Gonzalo nos comparte unos textos en los que Don Marcelo no duda en asignar el título de Corredentora a la Virgen María.
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Respondiendo al ángel, María responde a Dios. Ella sabe que el ángel aparece como enviado de Dios, que entregándole su sí a él, se lo entrega a Dios. El simple hecho de que vea y escuche al ángel se funda ya en una sumisión obediente de sus sentidos a la vida sobrenatural, a la vida de la gracia de Dios.
En los Estatutos de la Hermandad Ntra. Sra. del Rocío de Sevilla (El Salvador), una de las 6 hermandades del Rocío que hay en la ciudad, leemos el siguiente voto que hacen todos los cofrades al entrar en la Hermandad, y que renuevan cada año:
“Nos ligamos con Voto y Juramento, de sentir, creer y confesar que la Inmaculada Madre de Dios, Asumpta, es la Reina de los cielos y de la tierra, es la corredentora del linaje de Adán y la mediadorauniversal en la dispensación de todas las gracias”.
Las demás hermandades del Rocío tienen votos semejantes. Así, la más antigua y significativa de la ciudad, la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Sevilla (Triana), que ocupa el 6º lugar en antigüedad entre las filiales, y es la que más hermanos tiene en la ciudad y, por supuesto, en el mundo rociero. Su fórmula dice así:
"Así mismo hacemos voto y juramos solemnemente creer, defender y confesar que la Santísima Virgen es corredentora nuestra y mediadora universal entre Dios y los hombres en la dispensación de todas las gracias, favores y bendiciones con los que Dios nos colma día a día en su Divino Hijo"
Votos semejantes encontramos en otras Hermandades marianas de Sevilla (y de toda España). Algunas de ellas no sólo hablan de la defensa de esta creencia, sino que se jura también trabajar activamente por la definición dogmática:
"¿Prometéis defender la piadosa creencia de que nuestra Madre la Virgen, asociada por su divino Hijo a la obra redentora del linaje humano, ha sido constituida Mediadora entre Cristo y los hombres y dispensadora de sus gracias, y prometéis así mismo trabajar por alcanzar la definición dogmática de esta mediación universal de Nuestra Señora?" (Hermandad de los estudiantes, de Sevilla)
La Hermandad Ntra. Dulcísima Madre del Amparo, de la ciudad de Sevilla, hizo el 18 de diciembre de 1927 un voto de defensa, que mantiene hasta el presente, renovándolo cada año:
“Nos obligamos con solemne Voto y Juramento a creer, confesar y defender hasta dar la vida si fuese preciso, este consolador y soberano Misterio de su Mediación Universal en la concesión de todas las gracias y al par su Realeza Soberana, sólidamente fundamentada en su Maternidad Divina y en su misericordiosa Corredención”.
Alfonso Salmerón S.J. (1515-1585), teólogo del Papa Julio III en el Concilio de Trento, enseñaba que Jesús quiso que María participara en su obra de redención como la “Corredentora” (Commentarii, vol. 10, tr. 41).
"Alfonso Salmerón, uno de los primeros compañeros de Ignacio de Loyola, fue un gran exégeta y teólogo. Su biografía está surcada por comprometidos viajes apostólicos, brillantes intervenciones en el Concilio de Trento y fervientes predicaciones de los ejercicios espirituales ignacianos. Salmerón poseía el don de saber escudriñar la Escritura, y a la vez estaba dotado de una profunda ternura hacia las personas y las cosas. Su intensa vida de oración era la raíz de su continua disponibilidad para amar y servir. Nunca le abandonó la audacia de la juventud, la misma que le llevó el día de la Asunción de 1534 a la colina de Montmartre para formular un voto de emplearse al servicio de Dios y del prójimo. En ese escenario parisino arrancó la aventura de los siete primeros jesuitas, entre los que se encontraba este toledano, a punto de cumplir los 19 años, pues nació el 8 de septiembre de 1515.
No será casual que se produjera en una fiesta mariana la venida al mundo de este hombre de contemplación y acción. Son dos rasgos que acercan al jesuita a la Madre de Jesús. Y también es cierto que cualquier tratado de mariología estaría incompleto sin algún texto de Alfonso Salmerón, al ser uno de los grandes defensores de la concepción inmaculada de María. Esta gracia singular tenía que darse en una mujer que, en expresión de nuestro jesuita, es «la cuarta persona en dignidad después de las tres supremas y divinas personas». Se comprende que la vida de Salmerón tuviera un inconfundible signo mariano, un hecho corroborado por otro Alfonso del siglo XVIII, san Alfonso María de Ligorio. Este santo asegura en Las glorias de María que, poco antes de morir, el jesuita exclamó: «Bendita sea la hora en que he servido a María, benditos los sermones, las fatigas, los pensamientos que he tenido de Vos, Señora mía». Salmerón pertenece a esos cristianos firmemente convencidos de que María es un camino seguro hacia Jesús". [Texto tomado del artículo "Un jesuita mariano" de Antonio Rubio Plo, publicado en Alfa y Omega el 10/09/2015]