Mientras se traslada la imagen de la Virgen desde el Convento de las Carmelitas hasta la entrada de la explanada, se entona un canto comenzado por las carmelitas. Una vez llegados a la explanada, allí se dan los avisos pertinentes, y se bendicen las velas con la siguiente oración:
¡Oh Dios, que eres el Creador de la luz, y por tu Hijo Jesucristo has iluminado el universo entero, dándonos la gracia de vencer las tinieblas del pecado, dígnate bendecir + estas velas, que encendemos para tu alabanza; y por la intercesión de la Santísima Virgen María, que en Fátima se manifestó revestida de tu luz, haz que perseveremos en la fe para que, cuando el Señor venga, podamos ir a Su encuentro –como las Vírgenes prudentes– con la lámpara encendida, y entremos así con todos los santos en el reino de los cielos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Después de la oración inicial, en la que se presentan a Dios las intenciones por las que rezamos el rosario, se rezan los misterios de ese día. Todos los misterios siguen la misma estructura:
- Texto bíblico
- Meditación
- Padre Nuestro
- 10 Ave María
- Gloria cantado
- Dos oraciones
- Canto mariano
Para ver los textos bíblicos y meditaciones de cada misterio, pincha en los siguientes enlaces:
A continuación copiamos las oraciones c, d, e y f:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. [x10]
[CANTADO:] GLORIA PATRI, ET FILIO ET SPIRITUI SANCTO. SICUT ERAT IN PRINCIPIO ET NUNC ET SEMPER, ET IN SECULA SECULORUM. AMEN
María, Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia.
Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia. Amén
Una vez terminados los cinco misterios se rezan las Letanías lauretanas, la Oración final y se recibe la Bendición Solemne:
Letanías de la Santísima Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo.
Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios.
Ten misericordia de nosotros.
Santa María,
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes,
Ruega por nosotros…
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la Misericordia
Madre de la divina gracia,
Madre de la Esperanza
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de las familias,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
ORACIÓN FINAL
Oh, Dios, que en tu sabiduría infinita quisiste que la salvación nos llegase por medio de tu Hijo Jesucristo, nacido de María Virgen.
Tú asociaste la Madre del Redentor íntimamente a su pasión, muerte y resurrección, convirtiéndola así, como la nueva Eva triunfante, en Madre Colaboradora singular del Único Redentor, Mediadora y Abogada de toda la humanidad, especialmente de tu Iglesia, el Cuerpo místico de tu Hijo.
Te pedimos que Ella nos conduzca al reinado definitivo del Sagrado Corazón de Jesús por el triunfo de su Inmaculado Corazón.
PJCNS.
Amén.
Bendición final
Dios, que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano por el fruto bendito del seno de la Virgen María, os colme de sus bendiciones.
R/. Amén
Que os acompañe siempre la protección de la Virgen, por quien habéis recibido al Autor de la vida.
R/. Amén
Y a todos vosotros, reunidos hoy para rezar con devoción este rosario de María Santísima, el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino.
R/. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros, sobre vuestros objetos de piedad, y os acompañe siempre.
R/. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús,
R/. en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María,
R/. sed la salvación del alma mía.
Glorificad a Dios con vuestra vida. ¡Podéis ir en paz!
R/. Demos gracias a Dios.