Sigue diciendo la Regla: «Debemos imitar sus virtudes y abandonarnos completamente en sus manos. Con María, progresamos más en el amor a Jesús en un solo mes que lo que hacemos en años viviendo menos unidas a esta buena Madre» (citando a Luis María de Montfort). Aquí nos muestra una cosa muy importante: así como Dios quiso necesitar a la Virgen en su plan salvífico, así nosotros la necesitamos como Mediadora entre nosotros y Cristo. Ella nos conoce porque es nuestra Madre; y conoce a su Hijo. Por eso es tan eficaz en esta misión de unir los corazones humanos con el Sagrado Corazón de su Hijo.
«No pensemos que estamos trabajando con ella y sólo decimos algunas oraciones en su honor. Tenemos que vivir con ella de forma habitual». La regla nos invita a una sumisión total a la Virgen, y no solo en los momentos de dificultades, sino teniendo una relación muy cercana y estrecha en cada momento de nuestra vida, confiando en que ella será el mejor faro de nuestra vida que nos lleve a la orilla de la santidad.
La relación de santa Teresa de Calcuta con la Virgen María era muy visible, muy profunda, pero también, diríamos, sencilla y graciosa, como es la vida de un niño que confía plenamente que su bien viene de su madre. Santa Madre Teresa de Calcuta vivía una fe total en el poder de la mediación de María. Lo transmitía también a sus hermanas, como lo recuerda la hermana Fatima MC: “nos enseñó que, cuando acudimos a Nuestra Señora con confianza de niño, todo se vuelve más fácil. Siempre nos dirigía hacia Nuestra Señora y continuamente nos ponía a Nuestra Señora como ejemplo para todo”. El padre Leo Maasburg recogió numerosas historias de la fe de la Madre Teresa en la Virgen, que muestran cómo andaba siempre cogida de su mano, especialmente a través de la medalla milagrosa, por medio de la cual conseguía todo lo que pedía: abría las puertas socialistas, los corazones del régimen, y todos los cerrojos, que parecían tan oxidados por el mal, la queja, el odio, el poder o el dineroa. La Madre Teresa decía a sus hermanas:
"Ella [María], como primera Misionera de la Caridad, se apresuró a ayudar a Jesús en la santificación de Juan…, y lo mismo hará con vosotras y conmigo si la amamos de manera incondicional y confiamos en ella plenamente. Cuanto más nos entreguemos a ella sin reservas, mayor será el número de santos en nuestra Compañía, pues nada es imposible para aquellos que la tienen por madre. Con frecuencia durante el día, elevemos el corazón hacia ella y preguntémosle cómo haría ella esto o aquello si estuviera en nuestro lugar, y sobre todo cómo amar a Dios como ella le amó, para que nosotras le amemos con su corazón"b.
Santa Teresa nos enseña aquí a vivir la consagración a la Virgen en la práctica, en cada momento de la vida. Vivirla como guía que enseña a hacer la voluntad del Padre. Ella lo hizo perfectamente, con plena fe y confianza, por eso recibió el don de ser Madre de Dios. Dice que nada es imposible para aquellos que la tienen por madre, expresando así su fe en la poderosa mediación de la Virgen.
Me parece muy interesante la reflexión que hace padre Langford sobre los que siguen el ejemplo de nuestra santa. Dice: “Eso es lo que separa a la Madre Teresa y su santidad de las dificultades y fracasos de tantos que la admiran y buscan imitarla, incluso entre aquellos que son miembros de su propia orden religiosa. Muchos tienen el mismo amor por los pobres; trabajan día y noche, dedican la misma cantidad de tiempo a la oración, pero no tienen su relación con Nuestra Señora. Debido a eso, no comparten la profundidad de su relación con Jesús crucificado”c. Es interesante que todo lo que vivía Madre Teresa, y lo que también destaca este autor, es el tema de la cruz. Es allí donde se consumó la corredención de la Virgen, es allí donde la humanidad fue salvada, es allí donde se constituyó definitivamente la relación filial entre la humanidad y la Virgen María. Aunque en los escritos o palabras de santa Teresa de Calcuta, o sus estrechos cooperadores, no encontramos la palabra Corredentora (salvo en la carta que anuncia el 5º dogma), la corredención está como en la base de toda su espiritualidad. Es así por la visión de 1946 y de 1947, es así porque la vida cotidiana de la santa fue revivir el misterio del Gólgota, dejando que el Salvador y su Excelentísima Corredentora la hicieran su pequeña colaboradora en la obra salvífica.
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a L. MAASBURG, La Madre Teresa de Calcuta. Un retrato personal
b J. LANGFORD, Madre Teresa. Al amparo de Nuestra Señora. Enseñanzas de la Madre Teresa a través de su relación con la Virgen María, 93.
c Ibid. 61.